Contra los lobos
BE escriu · gener 2017
En Contra los lobos se van alternando tres historias muy distintas que poco a poco se van trenzando hasta convertirse en una sola. La primera habla sobre unos jóvenes hartos del sistema que deciden tomarse la justicia por su mano. Es un relato político, violento y adolescente que nos habla de nuestra época. De la crisis de valores y del hartazgo ante las viejas políticas incapaces de dar cuenta de las complejidades de nuestra sociedad. La segunda historia es un relato policial que se centra en la investigación sobre la identidad de un extraño mendigo encontrado a las afueras del bosque con el cuerpo tatuado por extraños símbolos religiosos y las yemas de los dedos quemadas. La tercera historia nos habla de un hombre que se descubre atrapado en su casa, donde hay una presencia extraña y terrorífica para la que no tiene explicación.
Ellos son los enfermos. Los raros. Los distintos. Los impropios. Habitan los márgenes y deben adaptarse para encajar. Obedecer y camuflarse para pasar desapercibidos. Porque la lucha es desigual. Porque no pueden ganar. Ni en mil años podrían… ¿O sí?, piensa Pablo, dispuesto a cruzar todos los límites y a cambiar las reglas que deban cambiarse. Y es que Pablo tiene un plan: huir de un orden falso, arbitrario e impuesto. Encontrar la puerta que le llevará a ese lugar donde todo lo que creíamos saber deja de servir. Donde los caminos no se siguen: se dibujan.
Contra los lobos es una novela que va mutando. Una maquinaria de relojería donde todas las piezas acaban encajando de forma sorprendente hasta una resolución que nos dejará helados. Las tres historias que la componen se conectan página a página, desplegando ante el lector un mapa donde encontrar salidas para escapar del signo de nuestros tiempos: lugares comunes convertidos en pozos o altares, leyes atávicas que carecen de justicia social, trazados ocultos que solo son visibles si sabemos dónde mirar…
Alberto Torres Blandina