Humanamente nos matamos
BE escriu · març 2015
Monos
El orangután aprieta el cerebro,
extraña la aguja no a la sangre,
sus manos arañan,
farmacia que gira en las esquinas
nunca sueña -eso es lo triste-
la bala extraña al fusil y jamás al muerto.
Veteranos de guerra roban bicicletas,
roncan cuando duermen cayendo al vacío
en una rancia placenta como pecera
y escombros en las medias
poros llenos de muertecitas…
el orangután machaca la sien,
arranca los barrotes de la jaula frontal
nunca sueña -eso es lo triste-
no respira pasto ni anda descalzo..
Un árbol en llama lo aterra..
huérfano de calma sale corriendo
estrellándose con la noche
y nunca sueña -eso es lo triste-