Fabiola Correas

artista del mes · novembre 2017

Fabiola Correas
Entrevista per Manuel Pérez Bernat

Portada del número de noviembre

fabiolacorreas.com
instagram / @fabiola_correas

¿Qué te gusta dibujar? Historias que escucho a la gente por la calle, que me cuentan mis amigas/os o que me pasan a mí. Mis personajes siempre tienen un poco de ficción y gran parte de persones que conozco o que he visto por la calle.

¿Por qué esta predilección por las pequeñas historias? Yo siempre digo que sigo manteniendo mi parte de niña y espero no dejarla de lado nunca. Creo que nadie debería de perderla, es por ello por lo que trabajando para niñas y niños sigo sintiendo que mantengo esa parte de mí, viva y activa. Me siento a veces un poco Peter Pan, aunque siempre digo que en verdad ojalá el trabajo guste también a gente de mi edad y más mayores porque eso significa que ellos tampoco han perdido ese niña o niño que tienen dentro.

Hemos leído que te gusta escuchar conversaciones de la gente en la calle, ¿por qué motivo? Hay veces que pensamos que no prestamos atención a lo que nos rodea y muchas veces merece la pena escuchar y observar. Vamos siempre de lado a lado con prisas con los teléfonos móviles y no prestamos atención a nada. Una vez escuché a una mujer que contaba que estaba en España de visita a su familia, pero que lo hacía muy de vez en cuando ya que vivía en África. Ella era arquitecta, y estaba allí por su cuenta construyendo casas sostenibles. También llevaba una bolsa entera con tuppers de comida tradicional africana, contaba un montón de historias interesantes de allí, aún tengo pendiente dibujarla.

¿Qué querías ser de pequeña? De pequeña como le pasa a mucha gente que se dedica también a la ilustración,  me pasaba horas y horas garabateando papeles, dibujando los personajes que aparecían en los dibujos animados que yo veía. Decía que quería ser “pinturera” que era una palabra que yo me había inventado.

Has vivido y trabajado en Inglaterra, Alemania, Madrid, Zaragoza y ahora en Valencia, ¿con qué te quedas de cada una de ellas? Cada ciudad tiene su magia. Para mí Zaragoza es una ciudad especial ya que la relaciono con mis amigas y familia ya que es el sitio donde me he criado y también una ciudad a la que me gusta ir a reponer fuerzas. Inglaterra y Alemania fueron países en los que pude desarrollarme más como profesional, Londres tiene una oferta cultural tremenda, todos los días, a cualquier hora. De Madrid me quedo con sus noches, con la gente tan diferente que puedes encontrar paseando por la Gran Vía y de Valencia me quedo con sus paisajes, su gente, y la cantidad de historias que pasan por sus calles.

¿Cuáles son tus referentes? Tengo muchísimos, ilustradores como tal dentro de España, me gusta mucho Ricardo Cavolo, los colores primarios que siempre utiliza, su forma de transmitir tanto con formas sencillas. Hablando de ilustradores internacionales también me inspira mucho el trabajo de Sonia Lazo o Joey Chou. Fuera del mundo de la ilustración, el director Wes Anderson me gusta mucho por las composiciones fotográficas que siempre aparecen en sus películas, así como el tipo de historias que cuenta. Aparentemente son historias cotidianas pero que siempre tienen un poco de locura.

Has expuesto en museos, galerías y otros espacios no convencionales, ¿qué ofrece trabajar entre cuatro paredes? Permite llegar a más gente, poder comunicar y contar cosas a gente que no conoce tu trabajo.

También lo has hecho en el espacio público, ¿qué puedes encontrar en la calle que no puedas encontrar en un museo? El año pasado tuve el placer de ilustrar paradas de tranvía en el Festival Asalto en Zaragoza. Lo que más me gustó ver fue gente que de normal no está interesada en la ilustración o en el diseño en general, sintiendo curiosidad por ello, o haciéndose fotos en la parada. Exponiendo en espacios públicos llegas a más gente todavía, está a la vista y al alcance de todos, se interesaban desde niñas y niños muy pequeños hasta gente anciana. Tienes un abanico muy amplio de personas a las que puedes llegar con tu mensaje.

¿Cuál es tu libro infantil favorito? De pequeña tenía un libro favorito que se llamaba un Un culete independiente, me gustaba muchísimo y hace poco pude volver a conseguirlo, lo volví a releer y me volvió a enamorar. La historia es muy divertida y las ilustraciones muy bonitas. Ahora sigo coleccionando álbumes ilustrados, me encantan, tengo de todos los estilos, formas y colores. Uno reciente que me gusta mucho es Salvaje ilustrado por Emily Hughes o La familia de la vajilla impar, ganador del V Premio Internacional Álbum Ilustrador de Edelvives.

Háblanos del libro El mensaje de los pájaros de Joan Manuel Gisbert, ilustrado por ti. Es un libro que trata de un tema precioso, la libertad. Joan Manuel cuenta la historia a los más pequeños a través de los pájaros, que son animales que ya de por sí simbolizan la libertad, pero se aplica también a las personas, además de a los animales.

Huyes de la realidad más dura buscando la alegría con una estética muy viva, ¿cómo consigues encontrar fuerza? Creo que en parte es por mi manera de ser, siempre estoy buscando la parte positiva de las cosas, incluso en los momentos más fastidiados siempre hay algo que se puede sacar de eso. Creo que trato de aplicarlo en mi trabajo también.

En tu trabajo existe un compromiso social, ¿cuál crees que es el papel de la ilustración en el mundo en el que vivimos? Creo que a través de la ilustración se pueden contar cosas duras o difíciles tal y como son, pero de manera más “amable” o llamativa. Para mí la ilustración es como un símbolo de exclamación gigante en mitad de la calle (en caso de los carteles, por ejemplo) para llamar la atención de la gente y poder transmitirle algún mensaje.

¿Cuál es el mejor feedback que has recibido con tu trabajo? Fue en Madrid, estaba ilustrando los cristales de una peluquería en Lavapiés, y una niña se sentó a mi lado y empezó a dibujar en un papel lo que yo estaba dibujando porque según me dijo su madre le estaba gustando mucho.

Un sueño. Poder publicar o autopublicar mis propios álbumes ilustrados. Contar historias que tengo guardadas.

Un libro, un disco, un objeto, una persona, un lugar y una película. Mi libro favorito de los últimos años es una novela gráfica, Cenizas de Álvaro Ortiz, me gusta como mezcla temas corrientes con puntos locos. También Arrugas de Paco Roca, por como trata un tema tan duro como es el Alzheimer. Un disco, Jazz Magnetism, me encantan las letras de Kase. O fundidas con la banda de jazz. Mi “objeto” favorito son las puertas de colores, me inspiran mucho, siempre trato de imaginar las historias de las personas que viven tras ellas. Por la zona del Cabañal me lo paso genial, porque hay muchísimas, a todas les hago fotos. Una persona, mi madre, es genial. Colecciona unicornios y me ha enseñado a ser la persona que soy hoy en día. Her es mi película favorita, me gusta como trata el tema de la tecnología, los sentimientos y cómo abordamos las relaciones personales. La fotografía y los colores que utilizan me parecen increíbles.

¿Cómo es la ciudad en la que vives? Valencia para mí es una ciudad que apuesta por crecer en todos los sentidos, con gente que siempre están dispuestos a echarte una mano y con rincones e historias por todos sus callejones.

¿Cómo es tu ciudad soñada? Una ciudad con muchísimos espacios verdes, naturaleza por todos lados. Buenos sitios vegetarianos para comer (aunque de eso en Valencia hay bastante).

¿Cómo ves Benimaclet? Un barrio con mucho movimiento cultural, multiculturalidad, dónde da gusto caminar por las calles porque parece que todo el mundo se conoce.

Háblanos de la portada. Cuando era pequeña en otoño me gustaba quedarme muchos domingos por la tarde en casa y con papeles y cosas que encontraba por casa hacía como “picnics” para mis juguetes. La portada cuenta un poco eso que me gustaba hacer a mí, pero a través de animales en vez de juguetes.

Entrevista por Manuel Pérez Bernat

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