No te hagas el muerto
BE escriu · juny 2017
No te hagas el muerto es un viraje con respecto a los poemarios anteriores de su autora por lo que respecta a la experimentación. Con una tendencia mayor a la ruptura de la frase y el léxico, el uso de anacronismos, lenguaje publicitario, la asimilación de materiales y referencias diversísimas (Ícaro, Safo, Nick Cave, el cinematógrafo y el Kintsugi entre otros) y el hipervínculo vía salto de imágenes consigue, en su variedad temática, la unión de lo vitalista con lo funesto. Así, hay preocupación por los temas de siempre (amor y muerte, paso del tiempo, la propia escritura), aunque se añade una gran diatriba interna: la imposibilidad de luchar políticamente desde la poesía, que es, a la vez, una posición política. De ahí la gran presencia de autoparodia y hasta una “escatología de la queja occidental”.
Al final, tras un juego de aparentes contradicciones, de valles y picos, este libro es una exaltación de la vida y de la imaginación; recuperación de la autora por la fe en la palabra, que es “agarre”. Desde el título del libro, se invita al lector a vivir, a pesar y dentro de las contradicciones que esta opción, opuesta a la muerte pero dirigida inexorablemente a ella, entraña.